Doctor Juan Heber Castellanos

El sistema inmune es el encargado de las defensas del cuerpo.
 
A veces, si el sistema inmunitario no funciona correctamente, algunos niños que sufren infecciones repetitivamente, graves y/o poco comunes, podrían tener un déficit en este sistema de defensas.
 
Algunos ejemplos de estas infecciones son sinusitis, neumonías, abscesos (acumulación de pus rodeada de tejido inflamado), que aparecen una y otra vez.
 
El Doctor Heber Castellanos alergista/inmunólogo pediátrico descubre y trata estas alergias y problemas del sistema inmunitario.

Rinitis y conjuntivitis

La conjuntivitis y la rinitis alérgica causan enrojecimiento, picazón y lagrimeo en los ojos, además de congestión, estornudos y secreción nasal. Ambas pueden ser desencadenadas por alérgenos.

El sibilante temprano y el asma

comparten síntomas como tos persistente, que puede empeorar en la noche y afectar actividades diarias. En casos graves, pueden requerir atención urgente.

Alergia a los alimentos

Dolor abdominal, diarrea constante, reflujo, pueden ser síntomas de alergia a alimentos, no mediada por IgE. Estas enfermedades son mucho más difíciles de diagnosticar.

Alergia a medicamentos

La alergia a los medicamentos suele causar urticaria, erupción o fiebre, y en casos graves puede provocar anafilaxia, una reacción potencialmente mortal que afecta varios sistemas del cuerpo.

Urticaria

Las ronchas grandes y con picor pueden aparecer y desaparecer rápidamente o cambiar en poco tiempo. Es clave identificar si su origen es externo o interno para determinar el tratamiento adecuado.

Alergia a picaduras

Las picaduras pueden causar ronchas grandes y picor intenso en niños alérgicos. La alergia a himenópteros, como abejas y avispas, es rara pero grave.

Pruebas de Alergia

Es el método más confiable para detectar alergias, con técnicas casi indoloras. Debe ser realizado por un experto para una interpretación precisa y un diagnóstico útil.

Dermatitis Atópica

Se caracteriza por enrojecimiento, ronchas, costras, lesiones que “lloran”, comezón, engrosamiento de la piel, lesiones pueden estar presentes en cualquier parte del cuerpo.

Terapia Antialergénica

La Inmunoterapia especifica antialergénica, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el único tratamiento que puede modificar el curso natural de la enfermedad alérgica.
 
Esto significa que es el único medicamento que puede interferir en la persistencia  de la enfermedad, que de lo contrario está destinada a seguir con nosotros el resto de nuestra vida.
 
Con ello representa la única terapéutica capaz de provocar una disminución drástica de los síntomas con efectos sostenidos en el tiempo, provocando con ello efecto muy parecido a curación de alergias mejorando la calidad de vida y reduciendo el uso de otros medicamentos y de costos a largo plazo.

Alergias

Anafilaxia

La anafilaxia es una reacción alérgica grave que puede causar choque, dificultad respiratoria y riesgo de muerte. Ocurre al exponerse a un alérgeno severo.

Alergia por ácaros

es una reacción alérgica a pequeños insectos que viven normalmente en el polvo, causa estornudos, moqueo y, en algunos casos, de asma como silbidos al respirar.

Alergia por mariscos

causa urticaria y moqueo, o graves como dificultad respiratoria y anafilaxia. Se recomienda evitar su consumo y llevar medicación de emergencia si hay riesgo.

Alergia causada por polen

síntomas como estornudos, congestión, picazón en ojos y nariz, y puede desencadenar asma en algunos casos. Se recomienda reducir la exposición y usar tratamiento según la gravedad.

Alergia por picadura

Las picaduras de ciertos insectos pueden provocar reacciones alérgicas graves en niños sensibles. La alergia suele desarrollarse tras una segunda exposición al veneno.

Tos alérgica en niños

La tos alérgica suele ser seca y persistente, desencadenada por alérgenos como polvo, polen o pelo de animales. Puede empeorar en la noche y afectar la calidad del sueño.

Alergia a la leche

es una reacción inmunológica a las proteínas de la leche, mientras que la intolerancia a la lactosa provoca molestias digestivas como hinchazón o diarrea.

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